Gracias por pararte a descubrir un poco más a la persona que está detrás de este proyecto. 

Hablar de una misma siempre es complicado pues lo asociamos a la exaltación del ego pero es cierto que es también un ejercicio de honestidad con nosotras mismas y con los demás que puede convertirse en una oportunidad de reencontrarse con la verdad propia.

A lo largo de mi vida he tenido momentos de sentirme más conectada o menos con mi esencia y eso ha hecho que me acerque o aleje de experiencias, personas, lugares, rutinas… que sentía que sumaban o restaban la energía que necesitaba. 

Pero con el tiempo he comprendido que todo forma parte de un “para qué” mucho más grande que cada una de sus partes y que para que haya equilibrio hemos, a veces, de “atravesar el bosque”

Tu aura es tu identidad no tangible pero perceptible y ésta brilla cuando tu alma, tu cuerpo y tu mente están alineados y reman en una misma dirección.

Ese aura se conecta con otras y expresa por sí misma aquello que ERES, es una expansión de ti y pararse a reconocerla, nutrirla y mimarla, es para mí un placer que merece la pena ser experimentado.

Tras mucho trabajar en mí misma he descubierto el valor de ser un alma inquieta, atrevida, perseguidora y soñadora. Probar, cambiar, caer, empezar de nuevo… no solo no tienen nada de malo, por mucho que la sociedad nos haga creer, sino que nos hace crecer como seres humanos y eleva, desde mi punto de vista, nuestra experiencia en esta vida.

He vivido en la ciudad, la montaña, el mar, en una Isla, en otro país… He viajado, volado en globo, trabajado en mil cosas, aprendido todo lo que he podido de cada alma que me he cruzado y aún espero que queden millones de experiencias más por experimentar.

Es por ello que tras descubrir la magia de permitirme “estar en el camino” y no “en busca del resultado” he decidido atreverme a compartir mi acercamiento con el mundo.

Gracias a acompañar y compartirme con otras personas sigo nutriéndome y creciendo cada día a partir de sus propias experiencias y procesos y eso me hace inmensamente feliz.

Siempre he necesitado del arte para seguir latiendo y es la combinación de muchas de sus manifestaciones, la que me aporta paz, armonía y placer. Desde el movimiento, la danza, hasta el barro pasando por la pintura, el teatro, la fotografía y por qué no, la cocina.

Después el coaching y el yoga llegaron a mi vida para poner orden, calma y dirección a mi caos de metáforas y pasión.

Y es el transitar entre recursos y disciplinas lo que llena mi maleta de herramientas a las que recurro en mi día a día. Eso no quiere decir que cuando trabajemos juntxs tengamos que usarlas todas, pero están ahí para cuando las necesitemos o queramos recurrir a ellas desde la escucha de las necesidades o las ganas de descubrir cosas nuevas.

Mi objetivo es que cambies las gafas con las que observas tu realidad y te abras al juego más serio del mundo… Disfrutar y transitar tu vida desde tu propio sentido viendo ésta como una obra de arte donde tú eres el artista.

¿Hablamos?